Actualmente la contaminación del mundo está de cabeza, día a día crece exponencialmente y más aún todos queremos que alguien haga algo por el planeta verde, pero quién diablos toma la iniciativa, nadie se hace “responsable”. Acaso ¿Alguien piensa que el problema de contaminación es asunto de un pequeño grupo de activistas?
Un gran problema de esto es que la cantidad de basura crece, pero los espacios para almacenarla no, siendo desechos voluminosos no biodegradables con gran contenido de sustancias tóxicas, la basura acumulada puede afectar el aire, agua de los ríos, de los mantos que utilizamos para consumo humano y el suelo de las tierras de cultivo.
Fuentes nos informan que hasta hace sólo 30 años la producción de desechos sólidos por habitante en América Latina era de 0.2 a 0.5 Kg. diarios, hoy es de 1.2 como media en un promedio regional.
La mayor parte de la población de los países de primer mundo, saben que ciertos materiales, que son ocupados por el hombre son contaminantes y no se degradan rápidamente, es más, algunos tardan cientos de años, como el afamado y querido PET, que tan solo tarda 500 años en degradarse (para ser exactos), como si 500 años pasaran volando.
Es hora de iniciar con cada uno de nosotros, con voluntad y esfuerzo. Es hora de cambiar por el bien del mundo. No esperemos a que alguien más lo haga para comenzar, es hora de emprender el vuelo, por voluntad propia y comenzar a reciclar.
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