Hasta este momento de la historia de la humanidad, el hombre no ha demostrado que ama a su casa, su hogar donde vive, donde se desarrolla su familia a quien dice querer. Por ello todos los días destruye más y más su hábitat, su medio ambiente.
Se entiende por medio ambiente todo lo que afecta a un ser vivo y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas o la sociedad. Por consiguiente, comprende el conjunto de valores naturales, sociales y culturales existentes en un lugar y un momento determinado, que influyen en la vida del ser humano y en las generaciones venideras. Es decir, no se trata sólo del espacio en el que se desarrolla la vida sino que también abarca seres vivos, objetos, agua, suelo, aire y las relaciones entre ellos, así como elementos tan intangibles como la cultura.
Hoy en nuestros días, hablar del medio ambiente, es sinónimo de hablar de la sobrevivencia de nuestro planeta, por el desequilibro en el uso racional de nuestros recursos naturales y que a mediano plazo, consecuentemente, traería la extinción de los seres vivos.
El medio ambiente presenta causas naturales en su deterioro, que a juicio de los especialistas no son tan graves, las causas graves de afectación son producidas por el hombre, colocándolo como el principal depredador de su entorno ecológico, asociadas a factores físicos, geográficos, geológicos, climatológicos, que influyen y son influidos por aspectos socioeconómicos, como la urbanización, la explosión demográfica y el desarrollo económico. Es decir, creo que no estamos conscientes de cómo estamos acabando con nuestro medio ambiente, sin embargo, estamos sintiendo sus efectos, que hoy los investigadores han denominado “el calentamiento global” y que atribuyen como principal causa el uso excesivo de los combustibles fósiles como son los derivados del petróleo, que en su proceso de trasformación energética mediante la combustión generan calor y producen dióxido de carbono, a esto también se le suma negativamente la deforestación de nuestros bosques, ya que los arboles producen oxígeno y contrarrestan los efectos del dióxido de carbono.
Me atrevo a decir, sin ser catastrófica, que, o tomamos cartas en este asunto o nos empezamos a resignar de los efectos que hoy ya estamos viviendo como son: las inundaciones, el cambio de clima con temperaturas incontrolables a la baja y a la alta y que está costando un significativo número de víctimas en todo el mundo.
Cabe destacar se están haciendo esfuerzos internacionales como el protocolo de Kioto sobre el cambio climático, cuyo objetivo es reducir las emisiones de los principales gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos. Pero que desafortunadamente no han sido suficientes, por lo que nuevamente en la reunión de Bali el 13 de diciembre 2007, se alcanzó un acuerdo, el cual entre otras cosas, incentivaba la distribución de energías renovables entre los países en vías de desarrollo para que estos no basaran su crecimiento económico en la quema de combustibles fósiles.
Quisiera concluir a manera de tesis, que el problema fundamental es la falta de educación ambiental, pues no cabe en mi cabeza o en mi lógica decir que, yo soy el verdadero causante y responsable de estar acabando con mi hogar. No lo capto, pero es la realidad.
“Si amamos a nuestra tierra, cuidémosla”
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